¿A un bagazo poco caso?
Lo hizo de nuevo. El bagazo robó de mi tiempo. ¿A un bagazo poco caso? En contra de lo que me había propuesto, tengo que comentar a la despistada oportunista sobre la que ya escribí en uno de los pasados posts bajo el título A un bagazo poco caso .... Había terminado con esta mujer. Pensaba yo. Pero obviamente es más astuta de lo que creía. Sabe cómo ponerse en acción para atraer la atención que de otro modo no tendría. De la nada, ha vuelto. De nuevo, para lanzar su himno de alabanza a Fidel Castro, a la revolución cubana y al comunismo. Su derecho. Pero también vino nuevamente para agitar y desacreditar a otros. Esta vez se trataba, dicen, de los artistas cubanos y una vez más de Pablo Milanés. Muchos no lo conocerán, pero los cubanos de mi generación conocen a Pablo, representante del revolucionario -y no sólo innovador- movimiento musical "La Nueva Trova". Pablo nos hizo soñar entonces con el sonido seductor de su voz. En algunas de sus canciones cantaba a la revolución, pero sobre todo cantaba al amor, incluido el amor a la isla donde yo también nací. Las letras de sus canciones eran poesía y cuando cantaba en la radio quedábamos sordos a todos los demás sonidos, sólo oíamos su voz. Nos sabíamos todas sus canciones de memoria. Y aún hoy me derrito y me emociono a veces hasta las lágrimas cuando escucho títulos como "Yolanda" y canto con él: Esto no puede ser más que una canción, quisiera que fuera una declaración de amor... O como "Años" : El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, el amor no lo reflejo como ayer ... O como "Yo no te pido": Yo no te pido que me bajes una estrella azul, solo te pido que mi espacio llenes con tu luz... Podría nombrar unas cuantas canciones más de Pablo Milanés que me acompañaron a mí y a muchos cubanos de mi generación, cuando todavía creíamos en la revolución castrista. Mi entusiasmo por su música, que seguramente no pasa desapercibido con estas líneas, es compartido por muchos cubanos. Cuando hoy escucho a Pablo Milanés, pienso en aquellos momentos en los que estaba en mi casa de La Habana, ponía un disco suyo y mi Madre entonaba su título "Para vivir" y cantaba más alto y más rápido que él, como si se hubieran intercambiado los papeles, ella: la cantante destacada y él: el oyente que cantaba sus canciones. Los que han leído mi libro pueden imaginarse la escena. Muchas veces te dije que antes de hacerlo había que pensarlo muy bien, que a esta unión de nosotros le hacía falta carne y deseo también...
El bagazo, como llamo a esa mujer, parece no saber nada de todo lo que los cubanos asociamos con Pablo Milanés. Se ha promovido a sí misma como portavoz incondicional del sistema; presumiendo de tener el poder de decidir qué ciudadanos cubanos pueden entrar en el país y cuáles no; sin conocer ni a Cuba ni a los cubanos. Hace unos días dicen que ha hecho los siguientes comentarios a través de Twitter: Sin la revolución, los artistas cubanos ya no serían cantantes en los bares, como lo son miles en España. Sólo unos pocos habrían tenido la oportunidad de destacar. Porque la revolución dio a Cuba la oportunidad de ser pionera en materia de cultura, de ser el país intelectual y culto por excelencia.
Y: Milanés es gusano (peyorativo de opositor al gobierno) y bien. Oportunista que bebió las bondades de la revolución para luego traicionarla en el periodo especial.
Ay!, mentecata, si tú supieras …
Que los artistas cubanos también sufrieron (y siguen sufriendo) bajo el garrote ideológico de la revolución castrista es evidente. La revolución cubana también cortó sus libertades innatas, pero también las profesionales, y se convirtieron en víctimas de la "revolución cultural" cubana y de la "economía planificada cultural". Muchos no tuvieron más remedio que emigrar. Y mientras los artistas que se quedaron en Cuba no tenían libertad para planificar sus actuaciones, mientras que para viajar al extranjero tenían que depender de la misericordia de los responsables del Ministerio de Cultura que debían aprobarlas y mientras que tenían que entregarle al estado la mayor parte del dinero que allí ganaban -al menos durante el tiempo que yo viví allí y durante años después-, Celia Cruz triunfaba en Estados Unidos. El bagazo parece no haber oído hablar de Bola de Nieve, Benny Moré o Pérez Prado, de Barbarito Diez, Bebo Valdés, Tito Gómez o de Alejandro García Caturla. Todos ellos - y muchos otros - son artistas cubanos que, antes de la revolución, llegaron mucho más lejos que a los bares de este mundo (y aquí me refiero a la alegoría lingüística del bagazo más que a la actividad honesta de un artista en un bar). Pero ella se permite opinar sobre lo que no tiene ni idea, mentecata al fin.
Pablo Milanés, esa gran estrella del cielo musical cubano, no sólo fue un músico excepcional. Había sido víctima de la revolución. Pablo Milanés fue uno de los jóvenes que sufrió bajo uno de los grandes crímenes de Fidel Castro. A los 23 años, fue reclutado y encarcelado en uno de los campos de concentración de las Unidades Militares de Apoyo a la Producción. Como dijo Pablo en una entrevista: Aquello fue brutal... Puedes leer más sobre este capítulo negro de la revolución cubana en mi libro "Un pedacito de cielo". Sin embargo, Pablo Milanés se autodenominó revolucionario. Parecía haber hecho las paces con la revolución, a pesar de haber sufrido esa gran injusticia cuando era joven. Pero hace muchos años que se dio cuenta -como muchos de nosotros- de que la revolución castrista fue un fiasco, que llevó al país más bien a un futuro sin perspectivas. En julio de 2021, ante las grandes protestas callejeras del 11 de julio, Pablo dijo públicamente: Es irresponsable y absurdo culpar y oprimir a un pueblo que durante décadas se ha sacrificado y lo ha dado todo para mantener un régimen que al final lo que hace es encarcelarlo… En 1992 tuve la convicción de que definitivamente el sistema cubano había fracasado y lo denuncié. Ahora reitero ahora mis pronunciamientos y confío en el pueblo cubano para buscar el mejor sistema posible de convivencia y prosperidad, con libertades plenas, sin represión y sin hambre. Creo en los jóvenes, que con la ayuda de todos los cubanos, deben ser y serán el motor del cambio...
Pablo Milanés se situó en el lado correcto de la historia de Cuba. Espero que él -a diferencia de mí- hubo de interiorizar el refrán A un bagazo poco caso y no haya sufrido las diatribas sin sentido del bagazo. Esto me recuerda la letra de su canción "Yo no te pido": De lo pasado no lo voy a negar, el futuro algún día llegará, y del presente que me importa la gente si es que siempre van a hablar...
Desde hacía unos años Pablo vivía en España, donde estaba siendo tratado de un cáncer. El martes pasado murió el gran Pablo Milanés. Afortunadamente, su voz permanece con nosotros.
¡Que en paz descanse!
Nat Neumann, noviembre de 2022
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