Carta de un revolucionario
Revolución, te nos metiste dentro muy de prisa, nos trajiste paz, tranquilidad, alfabetización... Nos trajiste tanto, que nos inspiraste a soñar... Nos inspiraste tanta confianza que te hemos puesto incondicionalmente por delante incluso de nuestros seres queridos. ¿Hoy te lo mereces?
¿Qué representas tú hoy? ¿A quién defiendes?
Nos trajiste la ilusión de un futuro mejor...... ¿Pero el Futuro ya llegó? ¡Hace 20 años pasamos el año 2000! y nada, seguimos solamente sobreviviendo. ¿Cuál es tu objetivo hoy?
Nos educaste... Y ahora no podemos decir lo que pensamos, si eso que decimos o pensamos, no te conviene.
Limpiaste el país de políticos que pensaban que Cuba era suya y creímos en ti por ello, pero no quieres limpiarlo ahora de esos mismos a quien entonces confiamos la limpieza y hoy creen que Cuba es su propiedad y su pueblo sus ciervos incondicionales. Donde los nietos de sus gobernantes viven mejor que los nietos de los más ricos del mundo. ¿Quién limpiará todo esto ahora?
Nos ayudaste a tener pan en nuestras mesas cada día, nos enseñaste a no amar demasiado el dinero, incluso a odiar a quienes lo tenían o intentaban tener más, y creímos que eso nos hacía mejores personas. Ahora todo es por dinero como antes de que tú llegaras, con la diferencia de que no nos enseñas a ganarlo y nos prohíbes generarlo. Hoy sólo tú tienes el derecho a vender y vendes solo en dólares que ningún cubano gana. Y con los precios impuestos por ti, más caro que en ningún país del Mundo. Nos prohíbes cosas absurdas como vender lo que producimos o traer de fuera lo que necesitamos y tú no nos puedes dar. Eso nos hace vulnerables, incapaces y envidiosos. ¿Quién pone el pan dignamente en nuestra mesa hoy? Lo ponen los hijos de Cuba que viven fuera, a quienes nos enseñaste a odiar y excluir de nuestras vidas. Son esos que se revientan trabajando honestamente en el extranjero (por ellos y por nosotros) y nos envían dinero para mantenernos, esos a quienes aún hoy despreciamos al filo de la doble moral impuesta.
Revolución, si no cambias, si no te adaptas, si no entiendes que el capitalismo en estos 62 años ha seguido evolucionando y ya no es aquel bicho malo que era cuando llegaste, y si no comprendes que tú no eres tan buena como esperábamos de ti cuando llegaste alumbrando nuestro camino, tendré que abandonarte. No podré seguir defendiéndote, porque ya no seré yo, seré una mala persona y no estoy dispuesto a vender mi alma de ese modo tan vil. Cuando llegaste no eras ni socialismo ni comunismo, eras solo Revolución. Nos trajiste tantas ilusiones y cosas buenas que confié a ciegas en ti. Acepté comunismo porque aceptaba lo que viniera de ti, daba por correcto todo lo que de ti o de tus dirigentes viniera. Ahora entiendo que no me importa el nombre, comunismo o capitalismo. Me importan mi Cuba, mis familiares y amigos y me importa el futuro de todos los cubanos. Quiero una Cuba próspera y libre de tanto odio a los americanos, al vecino con dinero, al compañero de aula que dejó la Patria, al que piensa diferente....
Me metiste en la sangre un amor por mi país tan fuerte y ligado solo a cosas que tú me indicabas, que me confundí pensando que Revolución y Patria era lo mismo. Me confundí pensando que nuestra Patria era solo de quienes creíamos en ti, Revolución.
Hoy sé que no es así y que todos tenemos derecho a nuestra Patria, independientemente de cómo somos y cómo pensamos.
Por eso fue por lo que lucharon los Mambises. Hasta el año 1959 NINGÚN CUBANO luchó por un comunismo. Y a día de hoy ha demostrado ser tan ineficiente que el pueblo tampoco lo quiere.
El pueblo lo que quiere es Libertad, Paz social, Prosperidad. O lo entiendes o te abandono. Y escucha cuando te digo q no soy el único.
Pido perdón a todo cubano que ha tenido que abandonar nuestra Cuba y a sus familiares para vivir mejor y poder ayudar.
Pido perdón porque con mi ceguera y mi silencio he ayudado a convertir a mi tierra en un lugar inhóspito para todo aquel que piensa diferente.
Pido perdón a mi familia por no haberla valorado como debía y no haberle dado una vida digna.
Perdón a quien di la espalda por miedo o para mantener mi puesto de trabajo.
Pido perdón a quienes le arrebataron su Patria, no imagino cómo podría yo vivir sin ella. ¡Cuánto dolor, Dios mío!
A ti Revolución, te pido que nos permitas vivir con dignidad, que permitas que entre la nueva Revolución que intenta abrirse camino en todo este caos.
Que hagas honor al significado de la palabra "REVOLUCIÓN". Porque en el diccionario y en el sentido común Continuidad es antónimo de Revolución.
Esta carta de fecha desconocida, probablemente de 2021, es anónima. Fue publicada en un grupo público en una de las redes sociales. Como escribió uno de los lectores seguramente en nombre de muchos cubanos: Para mí no falta ni sobra una palabra, también la siento mía como millones de cubanos dentro la isla que no se atreven a sacar de sus corazones estas verdades prisioneras por muchos años.
¡Gracias por expresar nuestros sentimientos!
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