El caso Padilla

Uno de los momentos más destacados de mi última estancia en Madrid fue una visita al cine. A primera vista, no es noticia ni merece un post. Pero de hecho lo es. Tuve la suerte de poder asistir al estreno del documental "El caso Padilla", del director cubano Pavel Giroud. Había oído hablar poco de Heberto Padilla. Sólo supe de él cuando hace unos  pocos años leí el libro "Antes que anochezca", de Reinaldo Arenas. Heberto Padilla fue un periodista, escritor y poeta cubano. Fue uno de esos intelectuales que cayeron en desgracia cuando reconocieron el verdadero rumbo de la revolución cubana hacia un estado totalitario, expresaron abiertamente sus opiniones y no ahorraron críticas justificadas. En su obra "Fuera del juego", escribió poemas como "En tiempos difíciles", que son un espejo de la Cuba castrista, donde la ideología prima sobre el individuo y sobre la acción meditada y sensata.

A aquel hombre le pidieron su tiempo
Para que lo juntara al tiempo de la Historia
Le pidieron las manos ...

... Le explicaron después
que toda esta donación resultaría inútil
sin entregar la lengua ...

En relación con la publicación de la novela de un autor cubano en 1967 y la crítica mordaz de Padilla; con su juicio laudatorio de la novela "Tres tristes tigres", del escritor Guillermo Cabrera Infante, despreciado por el gobierno cubano; así como con la crítica abierta y sin tapujos dirigida a funcionarios del Ministerio de Comercio Exterior y de la Unión de Escritores y Artistas (UNEAC), a los que llamó despectivamente "Un cascarón de figurones", comenzó el camino pedregoso de Heberto Padilla.  Su autocompromiso con la revolución quedó entonces en entredicho: Padilla no ha vivido y luchado lo suficiente en Cuba como para poseer verdadero espíritu revolucionario. De Padilla, que había trabajado entre otras cosas como corresponsal del periódico "Revolución" en Moscú - órgano del movimiento progubernamental 26 de julio - se decía que había tenido una vidita realmente suave, desconectada de la realidad revolucionaria. Tras varios años trabajando en el extranjero para el gobierno de Castro, se había quedado asombrado a su regreso: Al llegar a Cuba, pude ver cómo habían evolucionado las cosas... todo el país era un centro estúpido gobernado por la Seguridad del Estado. Casi el cincuenta por ciento de los escritores eran más policías que escritores. Todo el mundo tenía miedo.
1971 agentes de la seguridad del Estado detuvieron a Heberto Padilla y a su esposa, la poeta Belkis Cuza Malé, por "actividades subversivas". Ella fue puesta en libertad a los tres días. Él permaneció en prisión más de un mes. Inmediatamente se produjo la reacción de renombrados escritores internacionales, que escribieron una carta de protesta a Fidel Castro. La carta estaba firmada por destacados escritores de la llamada izquierda internacional como Julio Cortázar, Simone de Beauvoir, Italo Calvino, Marguerite Duras, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa. Apareció en Le Monde el 9 de abril de 1971.
El documental de Pavel Giroud que podría titularse "La mortificación de Heberto Padilla", es conmovedor, triste, indignante, impresionante. Estuve como hechizada durante toda la película, electrizada, atónita y asombrada. Y enfadada. Enfadada porque tales crímenes de Estado en Cuba permanecieran ocultos. Enfadada porque el Estado cubano nos haya engañado durante décadas. Enfadada porque hoy, 50 años después, la policía política cubana sigue actuando como en el caso Padilla. Enfadada porque hoy los incondicionales (incluso los que viven en democracias) siguen alabando al estado totalitario cubano. Como escribió Antonio Muñoz Molina en El País: A quienes siguen disculpando o incluso celebrando esa tiranía me atrevo a sugerirles que miren un rato, sin apartar los ojos, el sudor en la cara de Heberto Padilla, su mancha oscura en la camisa.
El caso Padilla se proyectará en el Festival de Cine de Múnich los días 24 y 29 de junio. ¡Recomendada!

Nat Neumann, junio del 2023