Impotencia y capitulación
Entre los mitos que relativizan la situación cubana hasta el día de hoy se encuentra la afirmación de que Cuba es una „Potencia Médica“. Esto se debe a la autocomplacencia del gobierno cubano con respecto a la gratuidad de los servicios sanitarios para todos los ciudadanos. Asistencia sanitaria gratuita: sin duda, algo positivo. Pero el "comandante" y sus sucesores olvidaron que este, su gran logro sólo es posible con una economía que funcione. Arruinaron la economía con sus dogmas socialistas y con ella su proyecto estrella. Porque lo único que queda de él es... ¡nada! Todo el que en Cuba haya sido paciente en uno de los hospitales para el pueblo o que haya perdido a un ser querido allí debido al miserable estado del sistema sanitario, sabe de lo que hablo.
"Ya no quiero (más) ser médico. Ya no puedo curar ni aliviar, porque no cuento con los recursos para hacerlo. Ni siquiera reconfortar y acompañar en el dolor y la enfermedad, porque yo misma estoy llena de tristeza y desesperanza. Y uno no puede ofrecer lo que no tiene. YA NO PUEDO AYUDAR A OTROS. Tampoco, ejerciendo como médico, puedo vivir con un mínimo de dignidad o decoro. Estoy exhausta de tanta angustia, ajena y propia. No importa que siga asistiendo al hospital o atendiendo enfermos. No es así como debería hacerse. Es como violar algo sagrado. Pido disculpas a mis pacientes...por lo que siempre les di y ya no puedo darles. NO SE LO MERECEN. YO TAMPOCO.”
Encontré este post de una médico cubana en uno de las redes sociales. Es más que un grito de ayuda. En realidad ya no es un grito de auxilio. Es resignación, indignación, amargura.
Mucha gente siente lo mismo que esta médico.
Hoy se sabe que Cuba, el país que "exporta" médicos (que por cierto así también los explota) perdió más de diez mil médicos y personal médico en 2022. Las cifras fueron confirmadas por la Oficina Nacional de estadísticas e Información. Mientras en 2021 el país contaba con 312.406 médicos y personal sanitario (incluidos 106.131 médicos, 20.903 estomatólogos y 86.983 enfermeras), en 2022 tenía 281.098 (incluidos 94.066 médicos, 17.657 estomatólogos y 79.569 enfermeras). Los que se han ido han emigrado a donde pueden ejercer su profesión en mejores condiciones -para ellos y para sus pacientes-; han aceptado en Cuba trabajos fuera de su profesión, con los que pueden mantener a sus familias, o simplemente están mentalmente al límite por impotencia crónica, como la autora de esta noticia. Mientras Fidel Castro tuvo al pueblo "en la mano“, envuelto en su carisma y en sus discursos por horas, mientras la ignorancia colectiva era el pilar de su gobierno y las masas se conformaba con las migajas castristas, el sistema sanitario cubano más o menos funcionaba. Pero con los nuevos tiempos, el cubano también ha despertado. Ahora sabe lo que vale como profesional, las posibilidades que tiene con una buena educación y conoce las mejores posibilidades que tiene para un futuro digno en otros lugares. En mi opinión, la situación es bien dramática si se tiene en cuenta que son sobre todo los jóvenes los que abandonan el país. Los ancianos, los enfermos y los indigentes se quedan atrás. En un país que más bien debe presumir del título de "Impotencia médica". Un país como un barco que se hunde.
Nat Neumann, agosto de 2023
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