La Cabaña
La Real Academia de lengua española se refiere a la palabra cabaña como una construcción rústica pequeña, de materiales pobres, destinada a refugio o vivienda; o como una casa pequeña de una sola planta que se suele construir en parajes destinados al descanso; o como un establecimiento rural destinado a la cría de ganado de raza. Probablemente, la cabaña más conocida de Cuba es la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, conocida como La Cabaña, un bastión defensivo mandado a construir en 1763 por el rey español Juan Carlos III después de que Gran Bretaña cambiara La Habana, como parte de la Paz de París, por Florida. Gran Bretaña había conquistado La Habana en 1762, que entonces era una colonia española, y la mantuvo ocupada durante casi un año.
Hoy he pensado en La Cabaña al ver un anuncio de la empresa alemana fabricante de camisas ETERNA. En la colección actual de esta marca, descubrí una camisa para hombre cuyo diseño me llamó la atención. El decorado en blanco y negro de la camisa (algo inquieto) presenta -con igual regularidad- pequeños retratos de Ernesto Guevara y de Fidel Castro fumando un tabaco. El nombre de mi isla natal, Cuba, y mi última ciudad de residencia allí, La Habana, pequeñas palmeras, así como signos que no consigo definir, también se esfuerzan por "decorar" la camiseta.
ETERNA confirmó lo que constato regularmente en Alemania y Europa, que mucha gente aquí sigue viviendo con la ilusión de los años 60 que Fidel Castro trajo  con la victoria de su revolución. Pero han pasado más de 60 años desde entonces y, efectivamente, el sueño de una sociedad justa y libre para todos los cubanos se ha quedado en eso, en un sueño.
Si ETERNA tuvo en cuenta los derechos de autor a la hora de reproducir la famosa imagen del Sr. Guevara no es mi tema. Tampoco me detendré aquí en lo que significa para muchos cubanos esa publicidad que ETERNA le da a Fidel Castro. La violación de los derechos humanos en la isla, que aún continúa, es obra del difunto Castro. Lejos de una valoración ideológica, objetiva y sin agitación, he tratado este tema ampliamente en mi libro recientemente publicado "Un pedacito de cielo."
Hoy prefiero ocuparme de Ernesto Guevara, más conocido como Che Guevara, también como el "Carnicero de la Cabaña". En estos días han aparecido viejas grabaciones en las redes sociales, no sólo porque la situación de los derechos humanos en Cuba ha adquirido proporciones catastróficas, equiparándose a la de países como Rusia, Bielorrusia o Irán, sino también porque a principios de octubre se celebró el aniversario de la muerte de Guevara.
En una de estas grabaciones volvemos a escuchar lo que dijo en la Asamblea General de la ONU en 1964, literalmente: Fusilamientos, sí. Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte.
Se trata de los fusilamientos de opositores políticos, antiguos partidarios de Batista y "opositores a la revolución".
No, los pensamientos no eran libres en Cuba, y todavía no lo son.
Casi oigo orgullo en las inhumanas palabras de Ernesto Guevara -médico, por cierto-, como si el valor de la vida de una persona podría medirse por la dirección de su ideología.
Cito del artículo "Falsos modelos de conducta: Ernesto "Che" Guevara" de la Fundación alemana Konrad Adenauer: ... Sin embargo, el "Che" no sólo fue un luchador por la libertad, sino también un pionero del estado de vigilancia cubano y un inquisidor implacable. La transfiguración le convierte en una "droga de entrada" ideal para el extremismo de izquierdas.
Por cierto, Cuba libre también se puede leer en la camisa de ETERNA. Si no se trata del cóctel alcohólico, ETERNA debería saberlo: Eso es exactamente lo que muchos cubanos quieren, una Cuba libre. Una Cuba libre de represión. Una Cuba donde los cubanos puedan elegir su gobierno en elecciones libres. Una Cuba donde hay libertad de expresión. Una Cuba donde se respeten los derechos humanos. Una Cuba sin presos políticos. Una Cuba donde vale la pena vivir.  Una Cuba que no envía a sus ciudadanos al exilio. Y una Cuba que está en el lado correcto de la historia en vez de en el lado de la bélica Rusia.
Y una cosa más: Si ETERNA quiere realmente dar un servicio a los cubanos amantes de la libertad, le recomiendo que elijan en sus camisas imágenes de los presos políticos. Hay tantos que sólo habría camisas en tallas extragrandes. Tal vez podamos ponernos de acuerdo si escogen de ellos el retrato de los menores de edad. O de las mujeres. O de los que fueron detenidos arbitrariamente. O de los que recibieron condenas de prisión irrazonablemente largas. O de los que ya llevan encarcelados  muchos años. O de los que se mantienen en una celda más muertos que vivos. O, o, o.
Los cubanos se lo agradecerán a ETERNA. Eternamente.
Nat Neumann, octubre del 2022