Lo que le pasa al país es que la solución está en manos del problema
¡Qué buen eslogan! Desconozco de qué pluma proviene. Lo encontré en una de mis "andanzas" virtuales por Twitter para ver qué de nuevo tenían los cubanos que contar. Estaba escrito en un  cartel grande con buena letra en tinta negra (en consonancia con el luto del país), sus esquinas atadas a una cerca de malla de alambre.
No es solo la pésima situación de los derechos humanos en la isla, de la que he escrito últimamente, la que acredita lo injusto de ese sistema político al que ellos llaman socialismo. Porque ¿a quién se le ocurre asumir que en un país todos sus ciudadanos pueden pensar igual? Y ¿qué explicación lógica hay para justificar por qué en Cuba no hay libertad de expresión, de manifestación y elecciones libres? ¿Qué legitimidad puede tener un gobierno que llegó al poder por la fuerza (como entonces Fidel Castro) y que silencie a sus ciudadanos por pensar diferente? ¿Qué legitimidad puede tener un gobierno que debe ser votado, pero no puede ser elegido?
Los impuestos (no elegidos) Castro und Díaz-Canel han demostrado qué prioridad tienen los derechos humanos para su gobierno. Y no hay que ser un experto para acertar en lo que a ellos se refiere, pienso yo. Porque como ser humano debería ser evidente: La dignidad humana es inviolable.
Es diferente en términos económicos. Es imposible hacer avanzar a un país que económicamente ha sido tomado como rehén por figuras despistadas. Por un gobierno que, como propietario legítimo o ilegítimo de los medios básicos de producción, es responsable de todo (incluida la alimentación de todo un pueblo). Figuras que evidentemente actúan de acuerdo con su sentimiento e ideología, mientras ignoran toda ley económica y que sobresalen por una inveterada resistencia a los consejos de aquellos que sí saben. Creo que aquí es donde radica el problema. El problema tiene un nombre. Dos, para ser exactos: Fidel Castro y Miguel Díaz-Canel.
En mi libro "Un pedacito de cielo" me refiero con detalle a la gestión de Fidel Castro desde el triunfo de su revolución. Cómo sus caprichos destruyeron por completo sectores de la economía y sumieron al país en una crisis permanente.
Sospecho que el mundo que todavía elogia y defiende la Cuba socialista nunca ha oido de La zafra de los diez millones o del Cordón de la Habana. Les recomiendo lean mi libro. Probablemente estos partidarios de Castro y su revolución no sepan qué significan en Cuba elecciones y cuando en estos días oigan o lean sobren las "elecciones" que se llevaran a cabo el 27 de noviembre en Cuba asuman que se trata verdaderamente de elecciones legítimas. Deben estar convencidos de que el ciudadano cubano tiene derecho a elegir -como ellos en sus países- y de que la exigencia de todo el que proclama el derecho de los cubanos a elegir su gobierno es obsoleta. Pues posiblemente hayan visto en Twitter la campaña del (no elegido) Díaz-Canel, en la que llama a los cubanos a participar en las "elecciones": Atención Cuba, vienen las elecciones para delegados #YoVotoEl27 por quienes puedan transformar el barrio. Es tarea de grandes.
El gobierno cubano nombra su votación "elecciones".
Elección: acción y efecto de elegir (Diccionario de la RAE).
El español tiene la posibilidad de elegir a candidatos del Partido Popular, del Partido Socialista Obrero Español, del Partido Vox, de Ciudadanos, de Unida Podemos …
El mexicano tiene la posibilidad de elegir a candidatos del Partido Acción Nacional, del Partido Revolucionario Institucional, del Partido de Trabajo …
El brasileño tiene la posibilidad de elegir a candidatos del Movimiento Democrático Brasileiro, del Partido de Trabalhadores, del Partido da Social Democracia Brasileira …
Mas el cubano no elige, porque solo tiene la opción de seleccionar "candidatos" del Partido Comunista.
¿Se da cuenta?
Como comenta alguien en Twitter, esas "elecciones" tiene tanto sentido como un juego de béisbol con un solo equipo sobre el terreno.
Así es.
Y como comenta alguien más:Yo No voto. Yo boto lo que no sirve.
En una cosa le doy al no elegido Díaz-Canel la razón: Es tarea de grandes, pero: Lo que le pasa al país es que la solución está en manos del problema.
Nat Neumann, noviembre del 2022