Maldición
Algunos creen que Cuba está bajo una maldición. En los últimos días, el huracán Oscar ha azotado el extremo oriental del país y ha reducido la región a escombros. Desgraciadamente, también ha habido muertos. Gente que ya azotados están con la vida que llevan, sin agua, sin luz, sin un bocado para sus hijos. A oscuras y hambrientos.
Poco después, Rafael, otro huracán con vientos de hasta 185 kilómetros por hora, azotó la costa occidental de Cuba y muchas de las casas naufragadas tuvieron el resto. En La Habana se derrumbaron al menos 461 edificios. 461 que se sumaron a los innumerables que a menudo se vienen derrumbando sin la fuerza de la naturaleza. Por último, en el este del país, en zonas aledañas a Santiago de Cuba, tembló la tierra fuertemente, causando daños a casas y al tendido eléctrico. Algunas personas sufrieron heridas.
Varios países y las Naciones Unidas han anunciado su apoyo. Las primeras fotos de la venta de materiales de construcción a las víctimas pueden verse en Internet. Hay que dar crédito a las publicaciones que hablan de "ventas". En el pasado, el Estado cubano también ha vendido a los damnificados bienes donados por terceros países.

Después de que la naturaleza golpeara Cuba con toda su fuerza, un periódico alemán escribe: Los trabajos de reconstrucción están en plena marcha. Y: Ha habido protestas locales en varias provincias. Mas en este contexto ocultan el hecho de que algunos de estos manifestantes pacíficos fueran detenidos y se encuentren en prisión provisional. Los "trabajos de reconstrucción" son el parcheado improvisado de los mayores huecos y, presumiblemente, de acuerdo con la planificación urbanística socialista, la instalación de parques donde antes había una edificio, del que después del derrumbe poco quedó. Hasta el próximo huracán...

De la mayor violencia de la que no se puede culpar al clima o a la naturaleza, que ha destruido el país y obligado a sus ciudadanos a huir o los ha mantenido encadenados durante casi 66 años, oigo poco. La maldición de Cuba no son tanto las catástrofes naturales, que van y vienen como también en otras partes. La maldición de Cuba cayó sobre la isla en 1959, y sus habitantes llevan sufriendo desde entonces. Una violencia permanente y devastadora que ha privado a los cubanos de pan, luz y agua. Y sobre todo : de libertad.

Nat Neumann, noviembre de 2024