Me he ido de ustedes …
sólo por un breve momento y no muy lejos. Cuando lleguen adonde me he ido, te preguntarás por qué llorabas.
Esta frase del filósofo chino Lao Tzu esperanza quizás a muchos. Para otros hay noticias tan terribles, que no hay frase que valga. Como uno de los muchos mensajes desesperanzadores que llegan de Cuba día por día.
Una y otra vez intento disuadir a personas que piensan viajar como turistas a Cuba. Al menos les explico por qué los cubanos de a pie no ganan nada cuando ellos pasan sus vacaciones en Cuba. La mayoría no sabe nada de la isla que piensan visitar, salvo que el sol brilla y las playas son hermosas. La mayoría no tiene ni idea de que allí hay una dictadura, de que más de 1.000 personas están en la cárcel por pensar diferente, de que al régimen cubano no le importa el bienestar de sus ciudadanos, de que la gente pasa hambre y no tiene asistencia sanitaria, mientras los turistas - en comparación - se deleitan con el lujo de los modernos hoteles.
Muchos creen que el dinero que gastan allí beneficia a la población. Entonces les explico que las prioridades del incompetente régimen cubano residen en ampliar la infraestructura turística y los órganos represivos y no en proporcionar a la población artículos de primera necesidad y equipar los hospitales. Intento que se den cuenta de que con su placer están apoyando a la dictadura cubana. Muchos entienden mi argumento. A otros no les importa.
Hay muchos cubanos en el extranjero que, como yo, se posicionan y denuncian la dictadura cubana. A pesar de nuestras recomendaciones, 809.238 turistas visitaron la isla en el primer trimestre de este año. La mayoría de los turistas procedían de Rusia y, sobre todo, de Canadá (399.272 turistas).
Algunos de ellos "disfrutaron" del sistema sanitario cubano porque enfermaron durante sus vacaciones. Y aunque los turistas disfrutan de una mejor atención -si pensamos en la absoluta falta de atención médica a los cubanos que viven allí-, muchos turistas juran: Cuba para nosotros se acabó.
Algunos sentimos cierta satisfacción: viajar a Cuba, que es una dictadura y oprime a su pueblo, significa arriesgarse a eso y a mucho más.
La familia de Faraj A., sirio de 68 años que vive en Canadá, también hizo caso omiso de nuestra petición de no ir de vacaciones a Cuba. Según la revista digital canadiense "inquirer.net", su hija informó de que estaban nadando en el mar durante unas vacaciones familiares cerca de Varadero el 22 de marzo cuando su padre sufrió repentinamente un ataque al corazón y murió. Como no había atención médica disponible, cubrieron su cuerpo y lo dejaron en una silla de playa al sol ardiente durante más de ocho horas hasta que llegó un coche para llevarlo a La Habana, cita "inquirer.net" a la hija del fallecido. Ella había seguido las instrucciones del su consulado y pagado 10.000 dólares canadienses para que se transportara el cadáver de su padre a casa de la familia.
El ataúd llegó a finales de la semana pasada. En él descansaba el cuerpo de un ruso que era al menos 20 años más joven que el sirio-canadiense. A diferencia de él, el cadáver tenía una buena cabellera y algunos tatuajes.
La familia no sabe dónde ha ido a parar el cadáver del padre. Al parecer, los cubanos tampoco.
Nat Neumann, abril de 2024
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