Se vende
Puede que no se vea en la foto, pero eso es lo que allí dice: Se vende. Los cubanos, especialmente los más jóvenes, no ven otra alternativa que la de emigrar. En agosto de este año 20.031 cubanos llegaron a la frontera de Estados Unidos y casi 200.000 en los últimos 11 meses. Esta crisis migratoria debe calificarse más bien de catástrofe.
En un país en el que la población de más de 60 años representa alrededor del 21,5% de la población total, la migración del 1,6% de ella y del 2,5% de la población en edad de trabajar, es realmente un desastre.
Se vende, dice en la primera línea, y en minúsculas: este edificio con sus 11 apartamentos y espacios utilizables.
Los cubanos no ven (ni tienen) perspectiva alguna, ningún futuro. 63 años son más que suficientes para el experimento socialista, un experimento fallido. Pero el técnico del laboratorio químico sigue intentándolo, sabiendo que lo va a malograr.
No es fácil escapar de una isla como Cuba. Y sobre todo, es caro. Así que todo se vende. Bienes muebles e inmuebles. Lo viejo y lo nuevo. Funcional y roto. Los que se quedan pueden utilizar todo. Y los que se van se encargan de reunir todo el dinero posible. Porque -en el mejor de los casos- tienen que pagar un vuelo y luego emprender un viaje más que arduo hacia los Estados Unidos, en el curso del cual innumerables "ayudantes" quieren cobrar. Algunos se atreven a emprender la peligrosa huida a través del mar con medios de transporte fabricados por ellos mismos. Muchos no llegan, o son capturados por los guardacostas estadounidenses y devueltos a Cuba. Para otros, el viaje hacia los Estados Unidos es muy, muy largo, y comienza en algún lugar de Sudamérica. Se enfrentan a un viaje inimaginable a través de la Selva de Darién. Conocida como la Brecha del Darién, la región en la frontera entre América del Norte y del Sur se encuentra en los territorios de Panamá y Colombia. En español se llama Tapón del Darién, porque allí, en la zona montañosa y pantanosa de la selva, no hay carreteras y la Panamericana, la conexión por carretera entre Alaska y Tierra del Fuego, queda interrumpida por ella. No obstante, existe una amplia red de caminos y senderos en la zona que permiten recorrerla a pie.  El viaje a través de la Selva de Darién no sólo está plagado de peligros naturales, sino también de peligros "artificiales". Pues las bandas criminales han descubierto la selva del Darién para sí mismas y aterrorizan a los ya agotados migrantes. Asaltos, robos, violaciones y asesinatos son algunos de los riesgos previsibles.
Los cubanos aguantan todo esto, como si prefirieran morir allí antes que emprender la lucha diaria para sobrevivir en Cuba. Pero no es sólo el pan de cada día lo que les falta. Les falta libertad. La libertad de decir lo que piensan, de hacer lo que quieren y de vivir su vida como les convenga. Obviamente, están convencidos de que nada de esto se puede conseguir en su propio país. ¿Patria o muerte? Prefieren una posible muerte a la patria.
Nat Neumann, septiembre del 2022