This submarine is not yellow

Aún recuerdo la época en que la música de los Beatles era popular. La canción "Yellow Submarine" era una de las melodías pegadizas que siempre me acompañaban. Cuando escuchaba la canción, me sonaba We all live in a yellow submarine, yellow submarine, yellow submarine, sin importar lo que intentara para desoírla. Con mis más que rudimentarios conocimientos de inglés de entonces, no entendía que la canción trataba de un marinero hablando de su vida en un submarino amarillo. La canción se concibió originalmente como una canción infantil y fue escrita por Paul Mc Carney, supuestamente para que Ringo Starr, el baterista como cantante poco talentoso del grupo, pudiera cantar con él esta sencilla canción.
Los Beatles grabaron la canción en mayo de 1966, según contaron, con gran placer. La canción alcanzó inmediatamente el número 1 en las listas internacionales.

En junio de 2024, volvemos a oír hablar de un submarino. No es amarillo y no hay ningún viejo marinero sentado en él hablando de su fácil vida en el mar como en la vieja canción de los Beatles. Al igual que la canción de los Beatles, la noticia de este submarino ha llegado al número uno, al menos estos días en la comunidad cubana dentro y fuera del país. Hace unos días, el submarino nuclear "Kasan" llegó al puerto de La Habana como parte de un convoy de buques de guerra rusos. La fragata "Almirante Gorshov", buque insignia de la formación, lleva a bordo armamento moderno. El comandante en jefe de la Armada rusa, almirante A. Moiseyev, confirmó además que esto forma parte de la cooperación internacional entre Rusia y Cuba.
El grupo había estado practicando el uso de armas de misiles de alta precisión en el Atlántico de camino a Cuba y había navegado varias decenas de kilómetros más allá de la costa de Florida.
Según la Casa Blanca, Estados Unidos seguía de cerca la situación, pero no la consideraba una amenaza para su seguridad nacional.

Fotos desde el Malecón de La Habana y las calles aledañas muestran a muchos habaneros presenciando en directo la llegada del submarino nuclear. Como una ballena gigante, entró lentamente en el Puerto de La Habana. Las fotos lo muestran frente al legendario Morro de La Habana, seguido de otros barcos. 

Las opiniones difieren. En algunos casos, el hambre, la miseria, los cortes de electricidad y la "aguda pobreza infantil" de la isla, confirmada por primera vez por Unicef, parecen haber caído en el olvido:

- Son lazos históricos que hay con la Unión Soviética y ahora con la federación rusa. Es una visita de carácter amistoso…
- Me impresiona porque nunca vi algo así tan cerca … Me gusta porque es muy bonito. Me impresiona la llegada de este buque tan importante para nuestro país.
- Eso es algo normal…
- Una cosa única e impresionate …

Otros adoptan una visión pragmática del acontecimiento:

¡Aquí estamos en apagón!
¡Queremos carne rusa!

Mucha gente se pregunta si los rusos llevaban a bordo alimentos y medicinas para los cubanos. ¡Difícilmente!

Ahora me atormenta de nuevo la pegadiza melodía de los Beatles:
    As we live a life of ease
    Every one of us
    Has all we need
    Sky of blue
    And sea of green
    In our yellow
    Submarine

Nat Neumann, Juni 2024