Was Hänschen nicht lernt …

"Was Hänschen nicht lernt, lernt Hans nimmermehr", es un proverbio alemán que significa, "lo que Juanito no aprende, mucho menos lo aprende Juan". Es decir: "Lo que no se aprende de niño, seguro que no se aprende de adulto.“
Mi „Juanito“ es hoy Fidel Castro, en representación del régimen cubano. Pues según sus partidarios, "Fidel vive".  Eso parece ...

Parte de la infructuosa historia de la Revolución cubana es el fiasco económico que sufre el país desde 1959, que ha pasado de ser una enfermedad crónica a  una letal. Dos grandes proyectos del megalómano Fidel Castro, el llamado "Cordón de La Habana" y la absurda "Zafra de los diez Millones", me vienen inmediatamente a la mente.
En el laboratorio socialista a gran escala llamado Cuba, Castro siguió su imaginación y su instinto, mezclando lo que había que mezclar; agitando lo que había que agitar, para llevar a cabo su experimento al azar. Sus críticos no tuvieron la oportunidad de salvar al país de las consecuencias de sus experimentos fallidos, pues, si alguien se atrevía a contradecirle, era silenciado. Así ocurrió que, a finales de los años 60, el técnico de laboratorio Castro se propuso rehabilitar la economía de Cuba con el cultivo y la exportación de café e hizo plantar miles de cafetos entre los árboles frutales de los alrededores de La Habana sin reparar en pérdidas. Su experimento, entonces de primer orden, no tuvo éxito. Años más tarde, lo intentó con el azúcar, el producto de exportación nº 1 de Cuba. Campos enteros de árboles frutales se convirtieron en plantaciones de caña de azúcar y hubo que creer que el confiado Castro sacaría por fin adelante la economía de Cuba.
Testigos confirman que una vez dijo en un pequeño círculo: Puede que no seamos buenos produciendo, pero somos buenos luchando. El fracaso de su empeño económico dio la razón.
Hoy, la economía de Cuba, todo un país y sus aproximadamente 11 millones de habitantes están soportando las catastróficas consecuencias de su loco rumbo económico. Mientras tanto, hay quien opina que la miseria de Cuba -como yo la llamo- es sólo una si se compara erróneamente la economía de Cuba con el nivel de vida del Norte global, es decir, los países industrializados y los antiguos colonizadores. Pero eso es erróneo, porque histórica y estructuralmente son puntos de partida completamente diferentes. Una comparación más realista sería con el nivel de vida en Haití. Sí, también hay que agradecer a Fidel Castro y a su mala gestión esta imagen de Cuba que se ha instalado en el mundo joven.
Según datos recientes, Cuba, un país que -en teoría- cultiva café y caña de azúcar, aumentó recientemente las importaciones de café de Estados Unidos (país a cuyo embargo le achacan la difícil situación de Cuba) a 1,9 millones de dólares en el periodo de enero a junio de 2023. Según estadísticas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, complementadas por el Consejo Económico y Comercial Cuba-Estados Unidos (USCTEC), Cuba compró allí azúcar por valor de 30.241 USD el pasado mes de junio, después de que la zafra azucarera 2022-2023 apenas alcanzara las 350.000 toneladas frente a las 455.198 previstas.

Pues bien, Fidel Castro lleva años muerto. Y como si se apareciera regularmente como un demonio a sus sucesores, susurrando los nuevos pasos del experimento del socialismo en el laboratorio Cuba, los intentos de salvar lo que ya no se puede salvar son cada vez más absurdos.
En pocas palabras, el presidente del "Banco Nacional de Cuba" anunció hace unos días que Cuba prácticamente suprime el dinero en efectivo. Lo veíamos venir, porque el dinero de los cajeros automáticos escasea desde hace algún tiempo, según dicen los que allí viven. El Gobierno cubano ha decidido una bancarización forzosa y una rápida digitalización del sistema de pagos. Para ello se ha fijado un plazo de seis meses. Para un país con una infraestructura de telecomunicaciones rezagada y uno de los sistemas bancarios e instrumentos de pago menos desarrollados de la región, se trata de un verdadero e inabordable reto. El resto vendrá probablemente de los cortes y apagones de electricidad. Cabe suponer que este empeño tampoco tendrá éxito.
Como si los cubanos no tuvieran ya bastante con la imparable inflación y la escasez de todo lo que necesitan para vivir, el desgobierno de Díaz-Canel les está imponiendo aún más.
Como cuenta un cubano en la isla: Llevo una hora para pagar la corriente por el transfermovil. Los cajeros automáticos nunca tienen dinero y los que tienen dinero no tienen conexión.Vaya desastre de país, no he podido cobrar la miseria de salario que me pagan por esas causas.

Was Hänschen nicht lernt, lernt Hans nimmermehr.

Nat Neumann, agosto de 2023